Páginas

Translate

sábado, 24 de enero de 2015

José y el sueño del faraón


 
La historia comienza así: Jacob amaba mucho a José, de 17 años de dad, siendo el menor de sus hijos, ya que lo había tenido en su vejez. Pero sus hermanos le tuvieron envidia y lo aborrecían. Un día, José tuvo un sueño revelador: soñó que él y sus hermanos estaban atando manojos de trigo, que uno de sus manojos se levantaba y los demás manojos se inclinaban alrededor del suyo. Cuando José contó este sueño a sus hermanos, éstos le preguntaron si reinaría él sobre ellos. Pero tuvo otro sueño: soñó que el sol, la luna y once estrellas se inclinaban a él. Esta vez lo contó también a su padre y éste lo reprendió y le dijo: ¿acaso tu madre, yo y tus hermanos nos postraremos ante ti?. Un día, Jacob mandó a José a vigilar a su hermanos que estaban apacentando los rebaños, pero vio que se fueron lejos y los encontró. Los hermanos odiaban a José y maquinaron matarlo. Pero Rubén, el hermano mayor, no estaba de acuerdo. Al final, le quitaron la túnica que llevaba, lo echaron a un pozo seco y lo vendieron como esclavo a unos ismaelitas que pasaron por allí. Para despistar al padre, untaron la túnica con sangre animal y le dijeron que lo atacaron las bestias salvajes y lo mataron.

Cuando José llegó a Egipto, fue vendido a Potifar, capitán de la guardia del faraón. Pero Dios estaba con José y fue varón próspero. Vivió en casa de su amo Potifar, quien se dio cuenta de que Dios estaba con él y que todo lo que tocaba, Dios lo hacía prosperar. De hecho, lo puso como mayordomo de todo lo que tenía. José fue tentado por la mujer de Potifar, pero resistió la tentación debido a que temía a Dios. No obstante, fue encarcelado porque ella lo acusó ante su marido de violación. Allí en la cárcel, el jefe lo puso al cuidado de los presos. Aquí fue cuando José interpretó los sueños del copero y panadero del faraón.

Ha habido muchas épocas de crisis en la historia. La crisis económica que vivimos en la actualidad nos recuerda a la historia de José. La Biblia menciona a José como un ejemplo de previsión y administración. José fue humillado y encarcelado para luego ser exaltado. Durante esta época José tuvo un papel relevante. Siete años de bonanza y siete años de escasez fue la interpretación del sueño del faraón egipcio que sólo José pudo interpretar. Sueño en el que aparecían siete vacas gordas, siete vacas flacas, siete espigas hermosas y siete espigas menudas.

Dios tenía un propósito con José. Primero fue esclavo en Egipto, pero Dios lo puso arriba hasta llegar a ser Gobernador, sólo por debajo del faraón. Dios le dio sabiduría para administrar los siete años de abundancia económica, mandando reservar la quinta parte de la cosecha para los siete años de escasez. José evitó que su pueblo muriera de hambre.

José sueña que reinaría sobre su familia:

“Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía. Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado: He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío. Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aun más a causa de sus sueños y sus palabras. Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti? Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto”. Génesis 37:5-11

José es vendido por sus hermanos:

“Y dijeron el uno al otro: He aquí viene el soñador. Ahora pues, venid, y matémosle y echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños. Cuando Rubén oyó esto, lo libró de sus manos, y dijo: No lo matemos. Y les dijo Rubén: No derraméis sangre; echadlo en esta cisterna que está en el desierto, y no pongáis mano en él; por librarlo así de sus manos, para hacerlo volver a su padre. Sucedió, pues, que cuando llegó José a sus hermanos, ellos quitaron a José su túnica, la túnica de colores que tenía sobre sí; y le tomaron y le echaron en la cisterna; pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua. Y se sentaron a comer pan; y alzando los ojos miraron, y he aquí una compañía de ismaelitas que venía de Galaad, y sus camellos traían aromas, bálsamo y mirra, e iban a llevarlo a Egipto. Entonces Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho hay en que matemos a nuestro hermano y encubramos su muerte? Venid, y vendámosle a los ismaelitas, y no sea nuestra mano sobre él; porque él es nuestro hermano, nuestra propia carne. Y sus hermanos convinieron con él. Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto”. Génesis 37:19-28

Dios estaba con José:
 
"Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá. Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio. Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano. Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía. Y aconteció que desde cuando le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía, Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo. Y dejó todo lo que tenía en mano de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia”. Génesis 39:1-6 

José interpreta el sueño del faraón:

"Entonces respondió José a Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo; Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacer. Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo. También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del viento solano, siete años serán de hambre. Esto es lo que respondo a Faraón. Lo que Dios va a hacer, lo ha mostrado a Faraón. He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto. Y tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra. Y aquella abundancia no se echará de ver, a causa del hambre siguiente la cual será gravísima. Y el suceder el sueño a Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla. Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto". Génesis 41:25-33

Consejo de Dios al faraón:
 
"Haga esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Egipto en los siete años de la abundancia. Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo. Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre". Génesis 41:34-36

SEGUIR LEYENDO, CLICK ">" o "ENTRADAS ANTIGUAS" (según versión)

No hay comentarios:

Publicar un comentario